
El alter ego (del latín "el otro yo"), es un termino utilizado para describir a un "segundo yo" dentro de una persona, el cual mantiene un comportamiento diferente -y a veces hasta contrario- de la forma de ser "normal" u originaria.
Dependiendo del caso, este "segundo yo" puede ser real o ficticio.
-El alter ego real-
En la psicología, esta idea de "otro yo" se refiere a los diferentes estados de comportamiento que tienen las personas que padecen enfermedades como el trastorno de identidad disociativo o la bipolaridad.
También sirve para referirse a un comportamiento que es mantenido oculto por una persona, el cual revela solamente en el anonimato o en secreto -por ejemplo, alguna parafilia-.
De igual manera, se dice que quienes mantienen dobles vidas tienen un alter ego, aunque de todas formas, casi generalmente esto es causa de la propia psicopatía o sociopatía.
-El alter ego ficticio-
A diferencia del alter ego real, este "otro yo" es ficticio, no tangible, pues solo existe en la imaginación de las personas.
Es un hecho que cada ser humano tiene un propio concepto del "yo" y una idea especial de lo que llegará a ser en el futuro, pero lamentablemente, muchas veces nuestro yo imaginario no logra ser reflejado en la realidad.
Para darnos el valor que creemos merecer y lograr que las demás personas puedan vernos del mismo modo en que nosotros nos vemos, solemos alterar los acontecimientos que vivimos, relatando nuestros recuerdos de la manera en que nos hubiera gustado que sucedieran y no como sucedieron realmente, añadiéndole a nuestros relatos una carga emocional y un toque excéntrico que en realidad fue inexistente.
Un ejemplo de esto seria narrar de manera extraordinaria y fabulosa algún suceso común, señalando que actuamos noble y valientemente, para así ser percibidos por las demás personas del modo en que nosotros mismos nos percibimos y nos gustaría que fuéramos.
Esta forma de alterar relatos y crear "otro yo" mitológico es ampliamente usada en la literatura, donde muchos autores han creado personajes ficticios que responden a su propia descripción y que son usados para representar intencionalmente sus pensamientos e ideas.
Algunos ejemplos famosos serian el Zaratustra de Nietzsche, Jacques Cormery (El primer hombre) de Albert Camus y Alekséi Ivánovich (El jugador) de Dostoyevisky.
Y para finalizar -a modo de reflexión personal-, quiero señalar que, muchas veces el mayor limitante a la hora lograr nuestros sueños y metas suele ser la propia realidad, por lo cual, dar vida a un alter ego responde positivamente a la necesidad de cumplir y desarrollar todas esas ideas y fantasías que alguna vez tuvimos y dejamos de lado con el pasar del tiempo -pero que siempre estarán dentro de nosotros-, porque después de todo, "un hombre puede soñar".
Imagen tomada de la película "The end of Evangelion".
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